El culebrón de la marcha de Rubén Pérez al Getafe y la llegada de Borja al Dépor parece no tener fin. El director deportivo del club madrileño, Toni Muñoz, reconoció ayer que la operación sigue en marcha, aunque el desenlace se torna inminente. «Estamos pendientes de solucionarlo, lo lógico es que se haga cuanto antes, pero los clubes tienen su burocracia a la hora de redactar documentos y eso es lo que está demorando la llegada de uno [Rubén Pérez] y la marcha de otro [Borja]. Esperemos que este fin de semana se haga», señaló ayer después de que su presidente, Ángel Torres, declarase el pasado jueves en La Voz que el problema está en que Lendoiro trata de sortear los embargos.
En A Coruña, el aún deportivista Rubén Pérez volvió a entrenarse ayer a las órdenes de Oltra a la espera de novedades, aunque no ha participado en ninguno de los últimos amistosos contra el Racing de Ferrol y el Sevilla. Luego, el propio entrenador opinó acerca de la situación del mediocentro sevillano que, admitió, «no debe ser cómoda ni fácil». «Él a veces se siente más jugador del Dépor y otros días, menos, pero no tengo queja de su trabajo ni de su actitud. Ya sé que no siempre se puede emplear al cien por cien, porque no sabe dónde va a jugar y no quiere asumir riesgos», añadió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario