Muchas veces es mejor volver a empezar de cero que empecinarse en una cosa y hacer probaturas hasta la extenuación para que ésta salga bien. Miguel Ángel Lotina comprobó ayer de primera mano que esta regla es verídica. El técnico vasco decidió frenar en seco la dinámica en la que se encontraba el equipo a estas alturas de campeonato -cuatro puntos en ocho partidos- y retornó de nuevo, como ya había pasado hace dos años en una situación similar, a la defensa de cinco hombres.
Aythami Artiles fue uno de los grandes beneficiados del cambio de táctica planteado por el de Meñaka ante el Osasuna. El central canario, escoltado por Alberto
Lopo y Diego
Colotto, ayudó desde la zaga a que el equipo gallego recuperase esa solidez defensiva que se le presupone pero que en estos últimos encuentros no ha podido mostrar.
Manuel Pablo y
Rindaroy ocuparon los carriles derecho e izquierdo respectivamente y, aunque no se prodigaron mucho en ataque, dieron consistencia a la defensa por los laterales.
Por otra parte, Lotina optó por cambiar el ‘chip’, dejar la mente de nuevo en blanco y decidió situar a los jugadores en sus posiciones habituales; esos puestos que conocen y cuya particular labor mejor pueden desempeñar. Es el caso de
Juan Rodríguez, Saúl y Pablo Álvarez. El preparador deportivista alineó al malagueño en el doble pivote junto a Rubén Pérez y se le notó más centrado que a lo largo de esta temporada en la derecha. Con respecto a los extremos, ambos estuvieron más ‘frescos’ y atrevidos que cuando el de Meñaka los ubicó en la mediapunta en anteriores partidos. De hecho, el ex del Elche pudo estrenar su casillero goleador con la zamarra blanquiazul.
Por último, y no menos importante, es la vuelta al once inicial de Iván Sánchez ‘
Riki’. El delantero de Aranjuez estrenó titularidad esta temporada y su puesta a punto promete más mordiente al ataque gallego. Después de un comienzo lastrado por las lesiones, el ‘11’ deportivista tendrá que volver a su mostrar su mejor forma en un momento en el que el equipo lo necesita.
