El Deportivo se comportó como una ‘hermanita de la caridad’ ante el Almería y dejó que el equipo de Juanma Lillo se llevase los tres puntos de Riazor.
Daniel Méndez | A Coruña
Cuando más criticado estaba siendo el juego del equipo de Almería, cuando más tenía el agua al cuello su entrenador Juanma Lillo y cuando ya empezaban a sentir el calor del descenso… ahí llegó el Deportivo para aliviar las penas y lamer las heridas del rival. El equipo de Lotina se comportó como una especie de ‘ONG’ del fútbol y dejó que el conjunto andaluz sumase su primera victoria de la temporada -ésa que tanto le está costando al conjunto gallego- en una actuación que en muchos momentos rozó el ridículo. Los jugadores se pasearon por el campo, no tuvieron sangre ni determinación y cuando quisieron reaccionar tenían dos goles encima y un hombre menos.
El partido no pudo empezar peor para el Deportivo, que en un saque de esquina botado por el Almería recibió el primer mazazo. Lassad no persigue a Uche y el nigeriano cabecea sin oposición el balón a la red. Quince minutos después llegó el segundo: error en el despeje de Rindaroy, el balón rechaza en el larguero y antes de que caiga Uche anota el definitivo 2-0. El último fue la expulsión de Colotto, que dejó al equipo con diez jugadores durante toda la segunda parte. A pesar de que Valerón le dio algo más de juego al equipo, no tuvieron el empuje suficiente para lograr la remontada.
Lo de Miguel Ángel Lotina con los cambios es, cuanto menos, inquietante. En los últimos tres partidos, el técnico vasco tuvo que echar mano del banquillo antes del descanso en dos ocasiones, ante Almería y Getafe. Míchel fue el primer señalado, el segundo fue Desmarets.
UNO POR UNO:
Manu: 5. Uche remató las dos veces libre de marca, sin que el portero asturiano tuviera tiempo de reacción. Por lo demás, solventó el trabajo.
Manuel Pablo: 4. Se intentó prodigar en ataque pero tras la expulsión de Colotto centró su posición y tuvo que limitarse a defender.
Lopo: 4. Lotina lo mandó a la ducha al descanso para ganar velocidad en el centro de la zaga.
Colotto: 4. Rigurosísima expulsión la del central argentino. El tiempo que estuvo en el campo intentó imprimir algo de carácter.
Rindaroy: 3. Mal debut del lateral noruego en la máxima categoría del fútbol español. Nervioso y muy perdido, erró en el segundo gol de Kalu Uche despejando hacia dentro. Muchas limitaciones. Si los fichajes para el lateral zurdo no aportan lo que se esperaba de ellos, Lotina tendrá que mirar de nuevo al Fabril.
Juan Rodríguez: 3. Sin fluidez y con muchas dificultades para manejar el balón. Desganado, en muchos momentos del partido se le vio sin intensidad. Con la entrada de Valerón se situó en la banda derecha.
Rubén Pérez: 6. El mejor nuevamente del Deportivo. Encargado de cortar los contragolpes almerienses, el de Écija se vació en Riazor.
Desmarets: 4. Si contra el Getafe el señalado por el mal juego del equipo fue Míchel, esta vez ante el Almería le tocó al francés pagar los platos que rompió Lotina. Mientras estuvo en el campo intentó dar pausa al equipo arriba.
Lassad: 4. El franco-tunecino es el culpable del primer gol visitante. Su marcaje era Uche y dejó que el nigeriano rematase al borde del área pequeña sin marca. En ataque, el equipo padeció su falta de puntería.
Guardado: 5. El mexicano estuvo bastante activo en el ataque coruñés. Probó el disparo de larga distancia sin fortuna.
Adrián: 3. Salió silbado por el público de Riazor después de sus últimas actuaciones. No tiene gol ni determinación a la hora de presionar la salida del rival.
Valerón: 5. El grancanario movió e hizo jugar al fútbol en la parte atacante del equipo, algo que no se había practicado hasta su entrada. Está para jugar.
Zé Castro: 5. Salió en el descanso para que ayudase con velocidad a la improvisada defensa de tres hombres.
Dioni: s.c. El delantero del Fabril apenas tuvo tiempo para hacer daño a la defensa almeriense.
LAS CLAVES:
Gol tempranero. El cabezazo de Kalu Uche en el minuto tres de partido hizo muchísimo daño a los intereses del Deportivo, que se vieron sin capacidad de reaccionar en los instantes posteriores.
Rigurosa expulsión. La falta de Diego Colotto sobre el argentino Piatti debió ser sancionada con una tarjeta amarilla, y no con una roja como interpretó González González. Con uno menos, el Deportivo luchó por aguantar y no por ganar.
LO MEJOR:
La afición. El poco público coruñés que se dio cita en el estadio deportivista no dejó de animar en ningún momento a pesar de ver que su equipo rozaba el ridículo.
LO PEOR:
Falta de intensidad. Muchos de los futbolistas del Deportivo se pasearon por el césped de Riazor sin pena ni gloria. Andando no se ganan los partidos y no es el público el que tiene que poner rectos a los jugadores sino el técnico que los dirige.
No hay gol. La mejor oportunidad de los blanquiazules estuvo en los pies de Lassad, que envió su derechazo a escasos centímetros de la portería defendida por Diego Alves. El Deportivo carece de pegada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario