El equipo de Lotina llegó al Sardinero y se encontró con que el estado del césped estaba en pésimas condiciones para rasear el balón. El juego desplegado por los gallegos, por tanto, se basó en los desplazamientos largos desde la defensa intentando buscar la espalda de los defensores cántabros con la velocidad de Pablo Álvarez, Desmarets o Adrián. Este último tuvo una gran oportunidad para poner a su equipo por delante en el marcador, pero su lanzamiento salió repelido por el poste de la portería defendida por Toño.
Tras el susto del asturiano, los de Miguel Ángel Portugal se echaron el partido a las espaldas y tomaron la iniciativa en el juego. Kennedy y Munitis entraban por los costados como si regateasen a conos, y Rosenberg e Iván Bolado gozaron de varias ocasiones para adelantarse, aunque no tuvieron la puntería afinada. Sí la tuvo el sueco en la segunda parte en una jugada por banda izquierda que remató dentro, de forma efectiva pero poco ortodoxa, y batió a Dani Aranzubia. El riojano, además, evitó que el resultado se ampliase.
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