
Los únicos que se pueden considerar fijos para la nueva aventura en la Liga Adelante son los capitanes Valerón y Manuel Pablo, ambos reciéntemente renovados. A su alrededor, los canteranos como Laure, Seoane, Juan Domínguez y Lassad. Una de las decisiones más importantes por parte de Lendoiro será qué hacer y por cuánto vender a los futbolistas con más caché de la plantilla. Guardado termina contrato en 2012 y es el jugador, pese a su irregularidad en su etapa coruñesa, por el que más ofertas han llegado en los últimos tiempos. El pasado verano el Benfica ofreció 8 millones. Colotto también termina en 2012, mientras que Aranzubía y Riki finalizan en 2013. Estos cuatro jugadores son los que más dinero pueden dejar en las arcas deportivistas.
La política de fichajes de esta temporada ha resultado un gran fracaso. Lendoiro le otorgó el poder de secretario técnico al entrenador y se equiovocó. De los siete futbolistas que llegaron en verano -Desmarets, Rindaroy, Urreta, Saúl, Morel, Michel y Rubén- sólo este último ha sido titular para Lotina. El resto no han tenido protagonismo y hay casos como el del uruguayo Urreta que abandonó el club en diciembre o el mencionado del noruego ‘Rinda’, al que el club le dio la baja federativa en el mercado invernal. Los refuerzos de enero han supuesto otro sonoro fracaso. El caso de Javito resume el despropósito. Cinco meses en La Coruña entrenando, sin transfer y por consiguiente sin poder disputar ni un minuto. Ahora se incorporará al Olimpiakos. Xisco sólo ha marcado dos goles, mientras que Pepe Sand, el argentino goleador que vino de Arabia, provocaba hilaridad por su estado físico entre sus propios compañeros.
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